Sinopsis
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Después de la guerra del 96, el ex presidente Thomas Whitmore (Bill Pullman) tiene pesadillas con los alienígenas y asegura que preparan su regreso, alertando a su hija Patricia (Maika Monroe) e incluso a la propia mandataria estadounidense, Elizabeth Lanford (Sela Ward). Sus temores se concretan y el mundo deberá afrontar otra invasión, una incluso más grande que la anterior.
Trailer
Reseña
Cuando en 1996 Roland Emmerich estrenó Independence Day, la idea era clara: convertir el cine sobre invasiones alienígenas de los años cincuenta en algo bigger than life y, de paso, seguir insuflando espíritu bis a las superproducciones de Hollywood; algo que inició Steven Spielberg a finales de los setenta y que aún sigue siendo el patrón por el que están cortados la mayoría de blockbusters actuales. El director deSoldado Universal lo consiguió entregando una disparatada cinta de ciencia ficción en la que, de forma consciente, lo sublime y lo ridículo se daban la mano: el ya legendario discurso de Bill Pullman sobre el 4 de julio previo a la ofensiva contra los extraterrestres o la secuencia en la que Will Smith y Jeff Goldblum se fumaban unos puros ante la incrédula mirada de un alienígena. Ahora, como si se tratara de una reunión de exalumnos que no resulta patética, el mismo equipo de Independence Day –solo falta Smith- recupera el espíritu original y entrega una segunda parte igual o más disfrutable que la primera. Un divertimento sci-fi totalmente descocado en la línea de cimas palomiteras como Armageddon, Battleship o la sagaTransformers.
Emmerich, que llevaba siete años sin destruir la Tierra - demasiados. En Asalto al poder solo borraba del mapa a Washington-, recupera aquí su mejor versión. Un despliegue de chascarrillos socarrones y deheroísmo/patriotismo de estar por casa a cargo, esta vez, de Liam Hemsworth y Jessie T. Usher, una sana vena autoparódica que supera la del primerIndependence Day -los científicos locos interpretados por Brent Spiner y Jeff Goldbum-, y unas dosis de delirio en las escenas de acción que rizan el rizo delmás difícil todavía. Aquí más que la verosimilitud, se busca felizmente la fantasmada; un trasunto deMisión Imposible en clave espacial. Ahora bien, entre tanto desmadre y verbena, Independence Day: Contraataque también se atreve con guiños leídos. ¿El mejor? El personaje de Charlotte Gainsbourg, un homenaje al ufólogo francés que François Truffaut interpretaba en Encuentros en la tercera fase.
Una cosa más. Si uno entra en el juego que propone –ojo, los que no lo hicieron en la primera tampoco lo harán ahora-, Independence Day: Contraataque hace posible el milagro de la desconexión total. Dos horas y pico de diversión y escapismo autoconsciente con un poder reparador: el de olvidarse de todo por un rato. Emmerich ofrece un entretenimiento hiperbólico y pasado de vueltas sí, pero también adictivo y trepidante, con un sentido de la maravilla peleón que nos devuelve a la barraca de feria donde, originalmente, nació el cine.
A favor: que se acuerde del fallecido Robert Loggia (el actor aparece gracias a la tecnología digital), uno de los protagonista de Independence Day
En contra: se echa de menos el humo de la victoria
Emmerich, que llevaba siete años sin destruir la Tierra - demasiados. En Asalto al poder solo borraba del mapa a Washington-, recupera aquí su mejor versión. Un despliegue de chascarrillos socarrones y deheroísmo/patriotismo de estar por casa a cargo, esta vez, de Liam Hemsworth y Jessie T. Usher, una sana vena autoparódica que supera la del primerIndependence Day -los científicos locos interpretados por Brent Spiner y Jeff Goldbum-, y unas dosis de delirio en las escenas de acción que rizan el rizo delmás difícil todavía. Aquí más que la verosimilitud, se busca felizmente la fantasmada; un trasunto deMisión Imposible en clave espacial. Ahora bien, entre tanto desmadre y verbena, Independence Day: Contraataque también se atreve con guiños leídos. ¿El mejor? El personaje de Charlotte Gainsbourg, un homenaje al ufólogo francés que François Truffaut interpretaba en Encuentros en la tercera fase.
Una cosa más. Si uno entra en el juego que propone –ojo, los que no lo hicieron en la primera tampoco lo harán ahora-, Independence Day: Contraataque hace posible el milagro de la desconexión total. Dos horas y pico de diversión y escapismo autoconsciente con un poder reparador: el de olvidarse de todo por un rato. Emmerich ofrece un entretenimiento hiperbólico y pasado de vueltas sí, pero también adictivo y trepidante, con un sentido de la maravilla peleón que nos devuelve a la barraca de feria donde, originalmente, nació el cine.
A favor: que se acuerde del fallecido Robert Loggia (el actor aparece gracias a la tecnología digital), uno de los protagonista de Independence Day
En contra: se echa de menos el humo de la victoria
Espero que vean esta pelicula y nos den su opinion que los comentarios
¡Que viva el cine!
Post reproducido de SensaCine.com
Editado Agustiba Barreto
Editado Agustiba Barreto
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